
¿Se desacelera el comercio exterior en China?
El intercambio comercial de China con el mundo ha mostrado señales de desaceleración, particularmente en su relación con Estados Unidos, uno de sus principales socios comerciales. Las cifras correspondientes a abril reflejan el impacto inicial de las nuevas tarifas impuestas por Washington, lo que ha provocado una caída significativa en las transacciones bilaterales.
De acuerdo con datos oficiales publicados por la Administración General de Aduanas china, el comercio con EE.UU. cayó un 19,17% interanual en abril. Las exportaciones se redujeron un 21,03%, mientras que las importaciones bajaron un 13,83%, lo que evidencia un impacto directo del reciente aumento de aranceles entre ambas potencias.
En términos generales, el comercio exterior chino, medido en yuanes, creció un 5,6% respecto al mismo mes del año anterior, aunque este ritmo fue 0,4 puntos porcentuales inferior al registrado en marzo. En total, China movió mercancías por un valor aproximado de 3,84 billones de yuanes (equivalentes a unos 531.000 millones de dólares).
Las exportaciones alcanzaron los 2,26 billones de yuanes, con un crecimiento del 9,3% interanual —por debajo del 13,5% registrado en marzo—, mientras que las importaciones apenas repuntaron un 0,8%, recuperándose parcialmente del descenso del mes anterior.
El superávit comercial se situó en 689.990 millones de yuanes, lo que representa un incremento del 34,48% respecto a abril de 2024. Sin embargo, esta cifra también es resultado de una desaceleración en el ritmo de crecimiento, especialmente por la disminución en las compras y ventas con Estados Unidos.
Al observar el acumulado del primer cuatrimestre de 2025, el comercio internacional de China aumentó un 2,4%, con exportaciones al alza (7,5%) pero con importaciones que retrocedieron un 4,2%.
Cuando se analiza en dólares, los intercambios comerciales con otros países crecieron un 4,6% interanual en abril, con exportaciones que avanzaron un 8,1% y unas importaciones que cayeron levemente un 0,2%. Estos resultados superaron las previsiones de los analistas, quienes esperaban una desaceleración mayor.
Zichun Huang, analista de Capital Economics, señala que el impacto de los aranceles sobre las exportaciones podría tardar en manifestarse completamente, dado que muchos exportadores chinos están adaptándose para evitar los efectos negativos de las tarifas. Además, el desvío del comercio hacia mercados como el sudeste asiático, India y América Latina ha ayudado a amortiguar el golpe.
A pesar de esta contención parcial del impacto, los expertos anticipan que los aranceles seguirán siendo altos en el corto plazo, incluso si las negociaciones entre Pekín y Washington logran reducirlos. Por ello, es probable que las exportaciones chinas hacia EE.UU. sigan disminuyendo durante los próximos meses, aunque se intente compensar con ventas a otras regiones.
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Trump impone aranceles del 25% al acero y aluminio
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. Esta medida, que impacta directamente a importantes socios comerciales como Canadá y México, ha generado preocupación en la industria y reacciones adversas en la esfera política internacional.
El acero y el aluminio son materiales esenciales en diversos sectores económicos. Se utilizan en la fabricación de envases para la industria alimentaria, en la producción de vehículos para la industria automotriz y en la manufactura de maquinaria. Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones para satisfacer su demanda interna, ya que en 2023 más del 80% del aluminio utilizado en el país provenía del extranjero, según Morgan Stanley.
A pesar de las advertencias sobre posibles represalias comerciales, Trump sostiene que estos aranceles incentivarán la producción nacional de acero y aluminio, lo que podría fortalecer la industria interna a costa de un incremento en los costos de producción.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, calificó los aranceles de «inaceptables» y aseguró que su país tomará medidas de represalia si es necesario. La industria del acero en Canadá también ha pedido acciones inmediatas contra Estados Unidos. En México, el gobierno ha optado por negociar con Washington, argumentando que los aranceles no están justificados debido a la balanza comercial equilibrada entre ambos países en estos materiales.
China, también afectada por las recientes políticas arancelarias de Trump, ha respondido con medidas similares contra EE.UU., imponiendo aranceles recíprocos por valor de 14.000 millones de dólares.
Productos Afectados
Los nuevos aranceles afectarán una amplia gama de productos, incluyendo:
- Láminas de acero utilizadas en la construcción y la industria automotriz.
- Tubos de acero esenciales para la industria petrolera y la construcción.
- Perfiles y estructuras metálicas, así como barras de acero usadas en maquinaria industrial.
- Alambres y cables de acero, cruciales para los sectores eléctrico y de telecomunicaciones.
- Planchas y rollos de acero, fundamentales en la fabricación de equipos industriales.
Los economistas predicen que los aranceles encarecerán la producción en industrias clave como la automotriz, aeroespacial y la construcción de infraestructuras, aumentando los costos tanto por el precio de importación como por la posible subida de precios de los productores nacionales ante la menor competencia.
Impacto en América Latina
Estados Unidos representa el principal destino de las exportaciones de acero y aluminio de México, que envía más del 80% de su producción a ese país. Argentina, el séptimo mayor exportador de aluminio a EE.UU., podría perder una posición estratégica en el mercado estadounidense, mientras que Colombia estima que los aranceles afectarán exportaciones por más de 750 millones de dólares.
En el pasado, países como Argentina y Brasil lograron negociar exenciones a los aranceles impuestos por Trump en 2018. Sin embargo, la posibilidad de lograr acuerdos similares en esta ocasión sigue siendo incierta.
Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles similares, afectando a Canadá, México y la Unión Europea. Posteriormente, se alcanzaron acuerdos con algunos países, aunque los impuestos a la UE se mantuvieron hasta 2021. Estudios de la Tax Foundation indican que los aranceles de 2018 provocaron incrementos de precios para los consumidores y la pérdida de miles de empleos en industrias dependientes de estos metales.
La decisión de Trump de reimponer aranceles del 25% al acero y aluminio podría tener efectos profundos en la economía global. Mientras que su administración argumenta que la medida fortalecerá la producción nacional, los costos adicionales podrían traducirse en precios más altos para los consumidores y en una posible pérdida de competitividad para la industria estadounidense. Las respuestas de Canadá, México y China a estas políticas serán clave para determinar el impacto a largo plazo de esta nueva guerra comercial.
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