Por qué el próximo presidente de Estados Unidos podría tener el salario más bajo de la historia
La inflación está erosionando el valor del salario presidencial de $400,000, y se proyecta que en 2028 el presidente en funciones podría ser el peor pagado en la historia de Estados Unidos. Aunque esta tendencia parece alarmante, es parte de un patrón histórico de fluctuaciones en el salario ajustado por la inflación.
Desde que George Washington asumió en 1789 con un salario anual de $25,000 (equivalente a $600,000 actuales), el valor real del salario presidencial ha experimentado altibajos significativos. Durante la Guerra de 1812 y la Guerra Civil, la inflación redujo drásticamente el poder adquisitivo de los presidentes en funciones. Por ejemplo, el salario de $25,000 de James Madison durante la Guerra de 1812 se redujo a un valor actual de aproximadamente $365,000 debido a la inflación provocada por el conflicto.
Ulysses S. Grant, en 1873, firmó una ley que duplicaba su salario a $50,000 (equivalente a $1.3 millones actuales), aunque la medida fue impopular y anulada para otros funcionarios. En 1909, William Howard Taft recibió un salario de $75,000 (más de $2.5 millones actuales), el más alto en términos ajustados por inflación. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión llevaron a fluctuaciones en el valor del salario presidencial, afectando notablemente a presidentes como Woodrow Wilson y Franklin Delano Roosevelt.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la inflación redujo el valor del salario presidencial por debajo del millón de dólares ajustados por inflación por primera vez en décadas. Harry Truman, sin embargo, logró asegurar un aumento de $25,000 del Congreso en 1949, elevando el salario presidencial a $100,000 al año (más de un millón de dólares actuales) y agregando una asignación de gastos de $50,000.
En 1969, el Congreso aumentó el sueldo presidencial a $200,000 cuando Richard Nixon llegó a la Casa Blanca. Gerald Ford y Jimmy Carter fueron los últimos presidentes en ganar más de un millón de dólares en términos actuales. La estanflación de los años 70 redujo significativamente el sueldo real del presidente, y desde entonces, la inflación ha continuado reduciendo su valor real. En 2001, el sueldo presidencial se duplicó a $400,000, mejorando el poder adquisitivo, pero desde entonces no ha habido más aumentos.
Con una inflación superior a la meta en los últimos años, es probable que la remuneración del próximo presidente siga cayendo en valor, posiblemente por debajo del mínimo histórico ajustado por inflación de $355,000 que se alcanzó durante la presidencia de Bill Clinton. Si Donald Trump gana este año, es poco probable que aumente el salario debido a su preferencia por donar su sueldo. Joe Biden, por otro lado, podría ver la necesidad de un ajuste salarial debido a su situación financiera personal, ya que recientemente tuvo que recurrir a una línea de crédito con garantía hipotecaria para obtener más efectivo.
Así, aunque el salario nominal del presidente se mantenga, su poder adquisitivo continúa disminuyendo, reflejando un desafío financiero que podría llevar a futuros ajustes en la compensación presidencial para mantenerla acorde con la realidad económica del país.
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