
Trump impone aranceles del 25% al acero y aluminio
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. Esta medida, que impacta directamente a importantes socios comerciales como Canadá y México, ha generado preocupación en la industria y reacciones adversas en la esfera política internacional.
El acero y el aluminio son materiales esenciales en diversos sectores económicos. Se utilizan en la fabricación de envases para la industria alimentaria, en la producción de vehículos para la industria automotriz y en la manufactura de maquinaria. Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones para satisfacer su demanda interna, ya que en 2023 más del 80% del aluminio utilizado en el país provenía del extranjero, según Morgan Stanley.
A pesar de las advertencias sobre posibles represalias comerciales, Trump sostiene que estos aranceles incentivarán la producción nacional de acero y aluminio, lo que podría fortalecer la industria interna a costa de un incremento en los costos de producción.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, calificó los aranceles de «inaceptables» y aseguró que su país tomará medidas de represalia si es necesario. La industria del acero en Canadá también ha pedido acciones inmediatas contra Estados Unidos. En México, el gobierno ha optado por negociar con Washington, argumentando que los aranceles no están justificados debido a la balanza comercial equilibrada entre ambos países en estos materiales.
China, también afectada por las recientes políticas arancelarias de Trump, ha respondido con medidas similares contra EE.UU., imponiendo aranceles recíprocos por valor de 14.000 millones de dólares.
Productos Afectados
Los nuevos aranceles afectarán una amplia gama de productos, incluyendo:
- Láminas de acero utilizadas en la construcción y la industria automotriz.
- Tubos de acero esenciales para la industria petrolera y la construcción.
- Perfiles y estructuras metálicas, así como barras de acero usadas en maquinaria industrial.
- Alambres y cables de acero, cruciales para los sectores eléctrico y de telecomunicaciones.
- Planchas y rollos de acero, fundamentales en la fabricación de equipos industriales.
Los economistas predicen que los aranceles encarecerán la producción en industrias clave como la automotriz, aeroespacial y la construcción de infraestructuras, aumentando los costos tanto por el precio de importación como por la posible subida de precios de los productores nacionales ante la menor competencia.
Impacto en América Latina
Estados Unidos representa el principal destino de las exportaciones de acero y aluminio de México, que envía más del 80% de su producción a ese país. Argentina, el séptimo mayor exportador de aluminio a EE.UU., podría perder una posición estratégica en el mercado estadounidense, mientras que Colombia estima que los aranceles afectarán exportaciones por más de 750 millones de dólares.
En el pasado, países como Argentina y Brasil lograron negociar exenciones a los aranceles impuestos por Trump en 2018. Sin embargo, la posibilidad de lograr acuerdos similares en esta ocasión sigue siendo incierta.
Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles similares, afectando a Canadá, México y la Unión Europea. Posteriormente, se alcanzaron acuerdos con algunos países, aunque los impuestos a la UE se mantuvieron hasta 2021. Estudios de la Tax Foundation indican que los aranceles de 2018 provocaron incrementos de precios para los consumidores y la pérdida de miles de empleos en industrias dependientes de estos metales.
La decisión de Trump de reimponer aranceles del 25% al acero y aluminio podría tener efectos profundos en la economía global. Mientras que su administración argumenta que la medida fortalecerá la producción nacional, los costos adicionales podrían traducirse en precios más altos para los consumidores y en una posible pérdida de competitividad para la industria estadounidense. Las respuestas de Canadá, México y China a estas políticas serán clave para determinar el impacto a largo plazo de esta nueva guerra comercial.
Read More

Dragones Comerciales Chinos: Redefiniendo la Política EE. UU. – China a través de la Tecnología Limpia
El vertiginoso crecimiento de China en el sector de la tecnología limpia está remodelando la dinámica política entre Estados Unidos y China. En las últimas dos décadas, la economía china ha experimentado un crecimiento exponencial, multiplicándose por cinco y situándose como la segunda más grande del mundo. Muchos analistas, basándose en la paridad del poder adquisitivo, incluso consideran que ha superado a la economía estadounidense. Este crecimiento ha sacado a millones de personas de la pobreza extrema, a la par que ha expandido significativamente las exportaciones globales, incluyendo el mercado estadounidense, lo cual ha llevado a la Casa Blanca a imponer aranceles significativos a los productos chinos.
Las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2024 serán determinantes para las relaciones entre ambos países en los próximos años. El comercio se presenta como un tema crucial, con un apoyo bipartidista para reducir el déficit comercial estadounidense y la dependencia de importaciones chinas.
William C. Kirby, profesor en Harvard, es un observador perspicaz de la China contemporánea. En una reciente entrevista, Kirby abordó la evolución de la relación entre EE. UU. y China, haciendo hincapié en los impactos económicos de los aranceles en el sector de la tecnología limpia. China ha emergido como líder en la fabricación de paneles solares, baterías y vehículos eléctricos, invirtiendo más de 230 mil millones de dólares en su industria de vehículos eléctricos. Esta inversión amenaza con inundar el mercado global. En respuesta, la administración Biden impuso un arancel del 100% a los vehículos eléctricos chinos en mayo, además de otros aranceles. Kirby advierte que estas medidas proteccionistas podrían tener consecuencias no deseadas para los consumidores y las relaciones económicas entre ambos países.
Kirby sostiene que el liderazgo de China en tecnología de energía limpia, en contraste con la falta de colaboración por parte de EE. UU., podría plantear un problema crítico en el futuro. Ambos países buscan proteger sus intereses nacionales con políticas proteccionistas, pero la cooperación en tecnología limpia podría beneficiarlos mutuamente. «La Unión Europea ha impuesto aranceles más modestos a los vehículos eléctricos chinos, reconociendo el apoyo gubernamental que estos vehículos reciben», señaló Kirby.
Comparando con las relaciones comerciales entre EE. UU. y Japón en los años 80, Kirby destacó cómo la inversión japonesa en manufactura estadounidense alivió las tensiones comerciales y fomentó el crecimiento del empleo y la innovación tecnológica. En contraste, los aranceles actuales sobre vehículos eléctricos chinos indican un giro hacia el aislacionismo, dificultando posibles colaboraciones que podrían potenciar la competitividad estadounidense. Esta perspectiva histórica sugiere la necesidad de reevaluar las políticas unilateralistas en favor de la cooperación para promover un crecimiento económico sostenible.
Kirby también critica las implicaciones geopolíticas de las políticas centradas en los aranceles, argumentando que priorizar la competencia sobre la cooperación podría exacerbar las tensiones y frenar el progreso en sectores críticos como la tecnología limpia. Meghan O’Sullivan, profesora en Harvard, subrayó en un foro que los intereses comunes en la lucha contra el cambio climático serán cruciales para una relación pacífica entre EE. UU. y China.
Más allá de las cuestiones económicas, Kirby aborda preocupaciones culturales y regulatorias, especialmente las preocupaciones de seguridad de EE. UU. respecto a plataformas chinas como TikTok. «El bajo nivel de la relación entre China y EE. UU. se refleja en disputas sobre aplicaciones de video para adolescentes», comentó Kirby, abogando por un enfoque equilibrado que proteja los intereses nacionales sin sofocar la innovación ni fomentar la discriminación.
Kirby concluye que la actual guerra comercial es perjudicial para todos. «Estamos en un momento de miedo, más al declive estadounidense que a China, que se convierte en el chivo expiatorio de nuestras inseguridades. China puede construir trenes de alta velocidad y vehículos eléctricos de manera dominante, algo que nosotros aún no hemos logrado.
Read More