
Oreo: ¿Cómo volverse tendencia nacional pasando de la angustia al antojo?
El viernes pasado, Oreo sorprendió a sus seguidores en México al publicar en redes sociales un mensaje enigmático: «Adiós México». Este anuncio generó incertidumbre y especulaciones sobre una posible retirada del mercado. Durante el fin de semana, la conversación en redes sociales se intensificó, con reacciones que iban desde la tristeza hasta la sospecha de una maniobra publicitaria.
El lunes siguiente, la marca reveló que todo formaba parte de una estrategia para presentar una nueva versión de su galleta, con más intensidad de chocolate y crema. El mensaje de bienvenida decía: «Hola México. Llega la Oreo más deliciosa jamás creada».
La campaña logró convertirse en tendencia nacional, generando una amplia participación del público y de otras marcas como McDonald’s, Circle K y Honor México, que se unieron a la conversación con mensajes creativos. Este tipo de interacción demuestra la efectividad de la estrategia para captar la atención y fomentar el engagement en redes sociales.
Oreo ha demostrado en campañas anteriores su habilidad para conectar con la cultura local, como en 2024 con ediciones de sabores tradicionales mexicanos y colaboraciones con Spotify y Alpura. Esta campaña continúa esa línea, apelando a la nostalgia y al sentido de pertenencia de los consumidores mexicanos.
Esta estrategia destaca por su uso de storytelling y marketing emocional. Al generar una sensación de pérdida seguida de una revelación positiva, Oreo logró captar la atención y emocionar a su audiencia. Además, la estrategia de suspenso y la participación de otras marcas amplificaron el alcance y el impacto del mensaje.
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Lecciones de storytelling con Bad Bunny
El reconocido artista puertorriqueño Bad Bunny ha estrenado su sexto álbum, titulado «Debí tirar más fotos». Este nuevo proyecto ya está causando sensación en plataformas como TikTok e Instagram, dominando las listas de reproducción y acaparando la atención de las estaciones de radio. Su éxito no es una simple casualidad, sino el fruto de una estrategia de marketing, cuidadosamente diseñada y ejecutada con gran creatividad.
El disco, que salió a la luz el pasado 5 de enero, representa un homenaje tanto a la cultura de Puerto Rico como a los orígenes de Benito Antonio Martínez Ocasio. El álbum mezcla una variedad de estilos musicales, desde la música típica de la isla como la plena y la música jíbara, hasta la salsa, el house y el reguetón, logrando una combinación única que resalta las raíces puertorriqueñas.
En la primera fase de su estrategia, Bad Bunny implementó un enfoque teaser al compartir coordenadas en sus redes sociales. Estas coordenadas, al ser ingresadas en Google Maps, revelaban los títulos de las canciones del disco, invitando a sus seguidores a explorar los paisajes y la cultura de Puerto Rico. Una completa genialidad.
Las redes sociales también han sido clave para esta promoción. En una de sus publicaciones más destacadas, Bad Bunny aparece vestido como Rey Mago, aprovechando la festividad del 6 de enero para anunciar oficialmente «Debí tirar más fotos».
Otro movimiento brillante de la campaña fue la aparición de Bad Bunny como presentador invitado en el programa «NotiCentro Al Amanecer» de Wapa TV en Puerto Rico. Durante su participación, el artista no solo informó sobre noticias locales, sino que también compartió detalles sobre su nuevo disco, conectando aún más con la audiencia puertorriqueña.
La promoción no se limitó a Puerto Rico. En Madrid, una camioneta amarilla repleta de productos típicos de la isla recorrió las calles, capturando la atención del público. Además, Bad Bunny lanzó un cortometraje documental protagonizado por el cineasta puertorriqueño Jacobo Morales y un curioso personaje llamado Concho, un sapo antropomórfico. Este documental aborda los cambios sociales y económicos en Puerto Rico, reforzando el papel del disco como un emblema cultural.
Varias marcas aprovecharon el lanzamiento para sumarse a la conversación. Empresas como Rey Plast en Perú y Marcimex en México utilizaron la portada del disco, que muestra dos sillas de plástico en un entorno natural, para promover sus productos. Incluso marcas de bebidas como Cerveza Presidente y Tecate se unieron con gráficas que hacían alusión al álbum.
Bad Bunny no solo lanza música; crea experiencias que conectan con su público de manera emocional y cultural. Su campaña de «Debí tirar más fotos» es un claro ejemplo de cómo el storytelling y el marketing creativo pueden potenciar un lanzamiento musical, dejando una huella tanto a nivel local como global.
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