El viernes pasado, Silicon Valley Bank experimentó un colapso, lo que provocó preocupación por un posible efecto dominó similar al de la crisis financiera de 2008 en la economía mundial. Con el fin de evitar la propagación del problema a otras instituciones bancarias, las autoridades trabajaron arduamente durante todo el fin de semana.
El lunes pasado, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que el sistema financiero de la nación está seguro, con el objetivo de transmitir tranquilidad tras el repentino y sorprendente colapso de los bancos que generó preocupaciones acerca de una posible crisis más amplia.
El presidente aseguró que los depósitos de los clientes estarán disponibles cuando los necesiten y que los ejecutivos de los bancos serán despedidos, además de que los contribuyentes no tendrán que pagar el dinero que se devolverá a los clientes.
La restitución de los fondos se financiará con el Fondo de Garantía de Depósitos (DIF) que se creó para situaciones de emergencia. Los bancos mismos financian regularmente este fondo a través de pagos trimestrales, y los bonos del gobierno generan intereses para contribuir a su financiación.
El Silicon Valley Bank (SVB) anunció recientemente que necesitaba recaudar US$2.250 millones para cubrir pérdidas, lo que provocó que sus clientes retiraran hasta US$42.000 millones de sus depósitos.
Este banco, fundado en 1983 en California, ha sido un prestamista clave para muchas empresas emergentes de tecnología. Sin embargo, dos factores principales han afectado su situación financiera: la caída del valor de las acciones de las empresas tecnológicas y la subida de los tipos de interés en Estados Unidos.
El banco había comprado bonos de renta fija con los depósitos de sus clientes, pero debido al aumento de los tipos de interés, el valor de estos bonos disminuyó, lo que llevó a los clientes a retirar sus depósitos. En consecuencia, el banco se vio obligado a vender los bonos a pérdida.
El 8 de marzo, el banco anunció que estaba tratando de recaudar fondos para cubrir las pérdidas, lo que generó pánico en los clientes y llevó a la intervención de los reguladores estadounidenses, quienes cerraron el banco el viernes.
La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) tomó el control del banco para proteger los depósitos de los clientes, y el gobierno de EE. UU. anunció nuevos fondos de emergencia para proteger todos los depósitos de SVB.
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