
¿Quieres crear un negocio digital? Te brindamos algunos consejos para que puedas triunfar.
En un mundo donde la transformación digital redefine el panorama empresarial, los emprendedores están explorando nuevas formas de estructurar negocios completamente digitales. Uno de los recursos más valiosos para lograr esto es la norma ISO 20000-1, un marco estratégico que permite diseñar, implementar y gestionar servicios digitales de manera eficiente.
¿Qué es un negocio digital?
Un negocio digital se basa en procesos binarios que utilizan tecnologías de información para integrar y ejecutar servicios. A diferencia de las empresas tradicionales que dependen de componentes físicos, las empresas digitales se construyen sobre elementos como software, hardware y datos. ISO 20000-1 proporciona un marco para gestionar el ciclo de vida de estos negocios, desde la planificación hasta su desactivación.
Planificación del servicio: la base de un negocio digital
La planificación del servicio es crucial para diseñar negocios destinados a la entrega digital. Este proceso comienza con la creación de un perfil de servicio que identifica el problema a resolver, define los componentes necesarios y especifica cómo se integrarán para ofrecer una solución efectiva. Ejemplos de estos servicios pueden incluir plataformas de comercio electrónico, aplicaciones móviles o sistemas avanzados como monitores de salud automáticos.
El rol del emprendedor: un integrador
En el entorno digital, el emprendedor asume el papel de integrador. Su principal función es seleccionar y combinar tecnologías existentes para ofrecer servicios fiables y eficientes. Esto implica:
- Seleccionar tecnologías adecuadas: Analizar y comparar opciones disponibles en el mercado.
- Garantizar la compatibilidad: Asegurar que las tecnologías elegidas se ajusten a los requisitos del servicio y sean compatibles entre sí.
- Optimizar la integración: Diseñar una estructura que maximice el rendimiento y satisfacción del cliente.
Gestión financiera en un negocio digital
En un negocio digital, la gestión financiera se centra en los gastos operativos (OPEX) en lugar de los gastos de capital (CAPEX). Por ejemplo, el uso de infraestructuras en la nube para la entrega de servicios digitales es común y requiere una gestión eficaz del tráfico y la capacidad para optimizar costos.
Cumplimiento normativo: un componente clave
Crear un perfil regulatorio detallado es esencial para garantizar que el negocio cumpla con las normativas aplicables. Esto incluye definir niveles aceptables de servicio y establecer procesos para monitorear y resolver discrepancias. Los sistemas automatizados pueden ayudar a mantenerse actualizado con las regulaciones en tiempo real.
Catálogo de servicios y gestión de activos
Un catálogo de servicios es una herramienta vital que registra todos los servicios digitales que ofrece el negocio. También actúa como un registro de activos intangibles, como procesos innovadores que pueden ser patentados y la información que habilita dichos procesos.
Base de datos de configuración y aseguramiento del servicio
Una base de datos de configuración permite visualizar cómo está estructurado cada servicio, incluidos sus flujos de datos, resultados esperados y desencadenantes. Esto facilita la toma de decisiones informadas y asegura la continuidad y disponibilidad del servicio.
Mejora continua y gestión del cambio
La mejora continua es fundamental para mantener la relevancia en el mercado digital. Cualquier cambio en los procesos debe ser probado e integrado cuidadosamente, manteniendo versiones anteriores como referencia.
Construir un negocio digital exitoso requiere una combinación de planificación estratégica, integración tecnológica y mejora constante. Al adoptar ISO 20000-1, los emprendedores obtienen un enfoque sistemático para gestionar servicios digitales, garantizando eficiencia operativa y fomentando la innovación. Este marco es una herramienta poderosa para triunfar en un mercado altamente competitivo y tecnológicamente impulsado.