¿Cómo aprovechar el liderazgo femenino para impulsar a los países en tiempos de recesión?
A pesar de que varios estudios indican que las empresas dirigidas por mujeres tienen mucho éxito, hay muchos indicios de que no se está haciendo lo suficiente para apoyarlas. En tecnología sanitaria, por ejemplo, solo el 3,3% de la inversión en salud digital en Estados Unidos se destinó a la salud de la mujer en la última década. Sin embargo, el sector de la tecnología femenina podría alcanzar un valor de $1 billón de dólares en todo el mundo en 2027.
Según un informe del Boston Consulting Group también se ha demostrado que si las mujeres y los hombres participaran por igual como emprendedores, el PIB mundial podría aumentar aproximadamente entre un 3% y un 6%. Esto equivale a un impulso de entre 2,5 y 5 billones de dólares para la economía mundial.
Entonces, ¿por qué persiste la escasa financiación para las mujeres empresarias? ¿Cómo afectan los prejuicios de género a las empresarias? ¿Y qué estrategias podemos utilizar para aumentar el liderazgo femenino en las empresas en tiempos de incertidumbre económica?
Según algunos reportes, las mujeres son tres veces más propensas a invertir en otras mujeres que sus homólogos masculinos. Son estadísticas como éstas las que hacen que los responsables políticos y los grupos de inversores aboguen por una mayor participación de las mujeres en la financiación de empresas.
Sin embargo, sigue siendo necesaria la participación masculina y la comprensión del impacto de las empresas dirigidas por mujeres. Investigaciones previas sugieren que, dado el menor número de sociedades de capital riesgo centradas en la mujer, las empresas basadas en la mujer tienen dificultades para obtener financiación futura, lo que frena su crecimiento.
Una de las grandes claves para desbloquear la inclusividad en el ecosistema económico de los mercados emergentes como América Latina en su conjunto, es educar tanto a nuestros hijos como a los educadores.
El año pasado, a pesar de que el 47% de las nuevas empresas creadas eran de mujeres, el 81% de las startups seguían teniendo sólo hombres como fundadores. Las brechas que existen se deben a dos factores: el acceso al crédito y dos, la formación.
Para que las economías prosperen en tiempos de recesión, las alianzas entre empresas y gobiernos, hombres y mujeres, son muy necesarias; sin embargo, la evidencia sugiere que hacemos lo contrario.
Una serie de estudios demostró que, durante la recesión económica, las personas tienden a ver la economía como una suma cero, lo que les hace menos proclives a ayudar a los demás. La prueba de ello fue especialmente contundente cuando, durante la COVID, el Banco Mundial publicó un informe en el que se afirmaba que las empresas dirigidas por mujeres tenían 7 puntos porcentuales más de probabilidades de cerrar que las dirigidas por hombres.
Hay medidas concretas que pueden tomarse para incluir a más mujeres líderes. Sabemos por investigaciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que los mercados emergentes que invierten en colaboración para reducir la brecha de género aumentan su PIB en un 35%.
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